-“¿Qué hago? ¿Morir por mis ideales, por mi forma de pretenderme hacer periodismo o replegarme y callarme y ser uno de los que soportan las humillaciones, las vejaciones? Que yo me quede callado... yo no lo voy a hacer”, sentecia el periodista especializado en temas de migración, quien dejó Tapachula para irse a Estados Unidos.
La historia de Juan de Dios García Davish y María de Jesús Peters son dos de las cuatro que el documental Estado de Silencio aborda como un botón de muestra de los riesgos que enfrentan los periodistas en México. En 119 minutos, la producción de la compañía productora La Corriente del Golfo retrata los desafíos de la libertad de expresión. No importa si el periodismo se hace en Sinaloa, tierra del Cártel de Sinaloa, o bien, en Morelos o Chiapas, el riesgo para quien ejerce esa profesión está latente.
La violencia, amenazas e impunidad que prevalecen en el gremio periodístico ha ocasionado proliferen cada vez lo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denominó “zonas silenciadas”, lugares donde los periodistas y medios de comunicación no generan noticias sobre el crimen organizado, ya sea por amenazas o por autocensura, lo que deja a la sociedad sin información sobre la inseguridad.
En entrevista con Expansión, Diego Luna, productor ejecutivo del documental, asegura que cuando se atenta contra un periodista, se atenta contra el derecho a estar informado, por lo que, plantea el actor mexicano, es momento de reflexionar y buscar el cambio.
“Para que la democracia exista, para que vivamos en democracias sanas, tiene que haber un periodismo libre. Nosotros no podemos ejercer nuestra ciudadanía ni la democracia si no tenemos acceso a la información. No funciona así la ecuación ¿no? Entonces es un momento de reflexión ciudadana importante, donde hay que decir: esto es algo que debería ser prioridad. Y en el momento que sea prioridad para nosotros ciudadanos, será prioridad para los gobiernos”, afirma.
Santiago Maza, director de Estado de Silencio, un documental que estará en Netflix a partir del 17 octubre de 2024, considera que la violencia contra los periodistas se ha normalizado, por lo que es momento de que se reconozca desde los gobiernos y se le coloque como una de las prioridades de la actual administración.
“Que la alternativa justo sea poder hacer tu trabajo con seguridad”, sostiene.
Aquí la entrevista con Diego Luna y Santiago Maza:
-Vivimos en una crisis de violencia, muchos han cuestionado que se ponga énfasis en quiénes ejercen la labor de informar ¿por qué le debe importar a la sociedad?
Diego Luna: Nosotros no hacemos periodismo, nosotros hacemos documentales, películas, contamos historias íntimas, personales, es más, nos asomamos en un huequito que nadie está viendo y luego tratamos de contar lo que ahí vemos. En este sentido es importantísimo para nosotros hacer una película sobre cómo se ejerce hoy el periodismo en este país y cómo se viene ejerciendo en las últimas décadas, es importantísimo porque esto no puede seguir así. El nivel de violencia que vive la comunidad periodística de México, las condiciones tan brutales en las que se ejerce el periodismo, son dignas de toda nuestra atención.
Diego Luna, productor Ejecutivo. El periodismo es un derecho. Tener acceso a información libre es un derecho que tenemos todas y todos".
Decidimos hacer este documental porque en el fondo queremos reflexionar sobre algo de lo que somos parte, y a veces nos cuesta trabajo aceptarlo. No es con un afán ni periodístico, sino mucho más de reflexión comunitaria, que es a lo que invita el cine, a sentarnos en comunidad, ver algo y decir: ¡ay cabrón¡, estamos siendo parte de esto ¿qué hacemos?
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En la serie se señala que en México hay un “pacto de silencio” para encubrir crímenes contra periodistas ¿Qué dice de un gobierno que ante esto? ¿No sólo ha fallado en protegerlos, sino que los ha atacado o desprestigiado su labor desde el poder?
Santiago Maza: Yo creo que el problema es sistémico, la violencia que han tenido que tolerar e internarla para volverla parte del día a día de los periodistas se viene dando desde hace mucho tiempo, se da en todos los estados del país, entonces eso te deja ver que es una cosa sistematizada, normalizada, encarnada y que creo que lo primero que tiene que suceder es como un despertar y eso nos toca a todos.
Creo que el gobierno, quizás de las peores cosas que ha hecho, es negarlo. Creo que no hay una reflexión de la violencia que genera la negación de un problema, la sola negación de un problema. Muchas veces no se tiene que tener una mala intención o un plan o una estrategia, simplemente la negación de un problema en el cual los periodistas además, teniendo el acceso a los medios, han sido vocales y lo han sabido poner allá afuera y han hecho marchas. Creo que todos, los grandes medios, los medios más pequeños, la ciudadanía, el Estado, todos tenemos que reconocer el problema, todos tenemos que entendernos como parte de la solución y quizás de esa forma sí podemos aprovechar que estamos en un momento de cambio y que se están abriendo nuevos horizontes y que toda administración al inicio jerarquiza qué problemas quiere atender a lo largo de esta administración, y ojalá este sea algo a lo que se le dé una prioridad que hasta ahorita no se le ha dado.
-¿La sociedad también ha fallado en la protección a los periodistas? y ¿Qué hay del papel de las empresas de comunicación y de los propios periodistas? ¿No hemos sabido hacer frente ante los asesinatos y ataques?
Diego Luna: Sin duda, hay una labor, hay una responsabilidad, pero sobre todo hay una gran posibilidad de que las cosas cambien en tanto la ciudadanía se involucre, en tanto la ciudadanía reconozca que este es un problema que es nuestro y que atenta contra algo básico: que es nuestro derecho a estar informados.
Lo dice y pide en el documental Carmen Aristegui, que se repita y se debe repetir, así como el mandamiento de Charolastra, es nuestro derecho estar informados, el de todas y de todos los ciudadanos. Entonces, salgamos a defender ese derecho, eso de antemano es un llamado claro. Hemos normalizado la violencia en nuestro país, de pronto hemos decidido contarnos nuestra realidad en números, el documental no viene a regañarnos por ello, estamos sobreviviendo una realidad durísima y lo que vive el periodismo es solo un botón de muestra de lo que pasa en un país. La impunidad de todos los casos de violencia contra periodistas es un reflejo de la impunidad que vive este país, no es un específico de esta comunidad, pero lo que sí es específico de este momento cambio, que la oportunidad de que un patrón empiece a dejar de repetirse está en que nos involucremos.
Creo que no es coincidencia que este documental se haya terminado en este año, un año de elecciones por todo el mundo. Para que la democracia exista, para que vivamos en democracias sanas, tiene que haber un periodismo libre. Nosotros no podemos ejercer nuestra ciudadanía ni la democracia si no tenemos acceso a la información. No funciona así la ecuación, ¿no? Entonces es un momento de reflexión ciudadana importante, donde hay que decir, esto es algo que debería ser prioridad. Y en el momento que sea prioridad para nosotros ciudadanos, será prioridad para los gobiernos. Y será prioridad para las empresas porque en el fondo, aquí tenemos la posibilidad de poner la agenda nosotros. Yo creo en eso, yo creo en ese poder ciudadano. Y creo que la violencia contra el periodismo en México, ya llegó a un límite, tendría éste que ser un límite.
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-Después de un sexenio muy violento para los periodistas, ¿cuál es el llamado a la presidenta de México? y ¿Cómo sensibilizar a la sociedad de que la labor de los periodistas es vital en una democracia?
Santiago Maza: El periodismo también está viviendo una transición como oficio, en cómo se manifiesta, quién lo es, para muchas personas es periodista aquel que se define como periodista ¿por qué no? creo que también hay cosas que hay que aprender del oficio y respetar de cómo se hace un buen periodismo, pero sería genial que todos tuviéramos una beta de informarnos entre todos y creo que también ahí hay un cambio. El periodista era esta figura solitaria que llegaba y tenía la primicia porque la primera persona que su olfato lo había llevado a tener una nota y eso de entrada en México te expone si tú te estás moviendo solo por ciertas áreas te estás poniendo en riesgo quizás si viajas con una persona más, con dos, con tres y están haciendo cada uno para sus propias ambiciones periodísticas, pero están trabajando de forma colectiva, entonces se exponen menos y también cambia el oficio y cambia cómo lo consumimos.
Y creo que todos tenemos que participar en esta evolución de lo que es el periodista, los medios, justamente, o sea, si vamos a trabajar de forma colectiva, las empresas también tienen que trabajar de forma que no sea una forma reactiva la seguridad, sino una forma proactiva de proteger a los periodistas, y que la relación con quienes son criticados, sean quienes sean, tiene que ser de apertura. O sea, también participar en sociedad conlleva que lo que tú hagas pueda ser aplaudido, o criticado, o cuestionado por alguien más, y uno tiene que estar abierto a eso, esta sensación de tensión constante porque estamos tan radicalizados todos, apaga el diálogo, apaga la apertura, tenemos, o sea, conscientemente que caminar de vuelta a un lugar en el cual todos podamos hablar, y que los periodistas que tienen este papel puedan denunciar o compartir realidades que pueden ser incómodas para alguien más,y esa otra persona tiene que atender lo que se está diciendo, no apagar la incomodidad y buscar el silencio que le puede ser más cómodo. Creo que de ahí hay como una evolución en el gremio y en quienes los consumimos y en quienes lo regulan y en quienes lo pagan.
-Pareciera que ante la violencia y ataques contra los periodistas el camino es la autocensura, el exilio o tomar los riesgos y asumirlos… ¿ven un camino alternativo?
Claro, que la alternativa justo sea poder hacer tu trabajo con seguridad.
Estado de Silencio estará disponible en Netflix a partir del 17 de octubre.